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La pregunta del día 7 es: Tus mañas.
Tengo varias, pero muy rara vez dejo que mis mañas arruinen mi día y mucho menos el del resto, así que no me consideraría súper mañosa o jodida. Además que hay muchas cosas que a mi me molestan, pero que no creo que sean tanto un problema mío, creo que de verdad hay cosas que yo no tendría por qué tolerar. Las tolero igual porque trato de ser tolerante, porque para qué amargarme por tonteras, porque igual entiendo que si es algo que me molesta a mi, tampoco tengo derecho a decirle o pedirle a la gente que cambie para que a mi no me moleste su actitud. Puede que esté mal y me esté justificando y en verdad soy súper mañosa, pero en lo personal siento que sí hay cosas que me sacan de quicio y son puras mañas, pero que hay otras que de verdad son culpa de la gente y no mía y por eso odio al mundo haha.
Así que para hacer esto más entrete, voy a calificar mis mañas entre Mila vs El Mundo, diciéndoles cuáles son las que siento que son mañas mías, o son culpa del mundo por ser cómo es.
Aquí vamos:
– Me carga que la gente fume en la calle, en restaurantes, en verdad me carga que la gente fume en cualquier lugar, especialmente donde el humo me puede llegar a mi. No lo soporto porque el humo ambiental y el humo de tercera mano son súper dañinos también y yo no tendría por qué intoxicarme con esa porquería. Esto definitivamente no es maña mía, es culpa de los fumadores y estoy segura que no soy la única que odia que le pase esto.
– Tampoco me gusta cuando voy a un restaurant donde no encuentro muchas opciones veggie y el mesero o mesera es cero aporte. No me molesta si el lugar no tiene muchas opciones para vegetarianos porque siempre me las arreglo de lo más bien, pero me molesta que si pregunto algo como «¿puedo reemplazar esto por aquello?» o digo «quiero pedir X plato, pero sin X ingrediente», me respondan «voy a preguntar si se puede». Me carga que no tengan carácter y que no se la jueguen por sus clientes y por hacerlos felices. Yo no soy tan jodida tampoco ni pido cosas súper especiales, pero cuando el mesero/a me dice «sí claro que se puede» y lo hace sin dudarlo, me quedo feliz. Entiendo si por ejemplo no puedo eliminar un ingrediente de un plato que ya lo tienen armado, pero si van a preguntar si pueden reemplazar la salsa bolognesa por una salsa de champiñones en un plato de pasta, lo encuentro estúpido si eso no les cuesta nada. Y si me van a cobrar extra me da igual, pero que no me hagan esperar sólo porque quieren hacer preguntas tontas. Más que la espera me cae mal la actitud de un mesero/a que no es capaz de tomar una decisión por si mismo si nadie les está pidiendo algo imposible. Ya, esto sí es maña mía, totalmente.
– Me carga el small talk. Yo me siento perfectamente cómoda en una situación donde estoy con alguien a quien no conozco mucho y hay varios momentos de silencio, así que me carga cuando tratan de hablar de cosas como el tiempo o me preguntan algo súper trivial que en verdad a nadie le importa. Así que me molesta un poco cuando veo que están haciendo un esfuerzo por evitar ese silencio incómodo, que en lo personal, lo prefiero mil veces antes que hablar sólo por hablar . Esto también es maña mía, lo admito.
– No me gusta hablar por teléfono. No tengo ningún problema si me llaman para algo puntual, como para preguntarme si estoy disponible para algún evento, si me llama una amiga porque está en tal tienda y quiere saber qué productos de ahí son cruelty free y quiere una respuesta rápida, no me importa si me llaman mis papás cuando están de viaje y quieren contarme un poco de su día y saber del mío….no me molesta todo eso porque en general ese tipo de llamadas no las recibo tan seguidas tampoco ya que casi todos mis eventos los agendo por mail o WhatsApp porque trabajo con gente que ya me conoce y coordina por ahí conmigo y las otras llamadas son poco frecuentes. Que mis papás me llamen todo lo que quieran no me molesta, de hecho me gusta porque cuando se van de viaje igual los echo de menos y como estoy acostumbrada a que hablemos todos los días porque vivimos juntos, el hacerlo por teléfono es casi lo mismo, además me gusta que no se quedan pegados tampoco y si yo no tengo muchas ganas de hablar o estoy ocupada les digo no más y nadie se ofende hehe. Lo que me carga es cuando la gente te llama sólo porque sí, a la hora que sea, como asumiendo que tienes tiempo de hablar media hora o más.
Yo siempre estoy ocupada. Eso no significa que siempre estoy haciendo millones de cosas importantes, pero siempre estoy en algo. Yo programo mi día incluyendo las horas libres, entonces me carga que me quiten tiempo de las horas de bloggeo, de trámites, incluso de mis horas de Pinterest. Por suerte no tengo muchos amiguis a los que les de por llamarme por teléfono, además como mi gente ya me conoce, siempre me pregunta primero por WhatsApp si estoy disponible y me dicen que si quiero hablar, que los llame cuando tenga tiempo. Yo muchas veces lo hago por cumplir y porque sé que para algunos amiguis es como importante o más cómodo hablar por teléfono, yo en lo personal prefiero chatear porque puedo responder cuando tenga tiempo o ganas, por último un audio porque lo escuchas cuando puedes, lo respondes cuando quieres. De todas maneras, cuando tengo que sacrificarme y hablar por teléfono y sé que será para un buen rato, me programo para hacer otra cosa al mismo tiempo. Uso el manos libres y hablo por teléfono mientras ordeno mi pieza, organizo alguna cosa, estoy en Pinterest buscando ideas para algún proyecto, ordeno mis fotos, etc. Así siento que mi tiempo fue bien invertido. Sé que puede sonar súper mala onda lo que digo, pero de verdad no me gusta hablar por teléfono sólo porque sí y tampoco me gusta cuando me llaman cuando es algo que podrían haberme dicho por WhatsApp. Yo siempre estoy disponible y respondo rápido cuando es importante, pero bueno, es una maña mía y al menos la gente que me quiere lo tiene súper claro.
– Me carga que me miren cuando estoy trabajando. Esto lo tengo que explicar bien porque no es que yo sea tan jodida que no me puedan mirar cuando hago mi pega, no, no es eso. Lo que me molesta es que como yo trabajo en cabina la mayoría del tiempo, la gente se lo toma casi como que estuvieras en vitrina o fueses un pez en una pecera, eso es lo que me carga. No falta la gente que se instala al lado de la cabina a mirarte. No estoy hablando de gente que te mira un ratito, estoy hablando de gente que fácilmente puede quedarse 15 minutos, media hora o más pegada al lado tuyo, mirándote a través del vidrio mientras trabajas o incluso cuando estás en tu break mientras trabaja tu colega y están viendo todo lo que haces en el compu (obvia que no me pongo a ver porno en la pega, pero quiero poder ver Pinterest tranquila ohhh). Igual yo no me hago problema con mirar directo a la gente hasta que se vaya para que entiendan que se están desubicando, pero me carga sentirme observada todo el rato, y obvia que no soy la única porque a todos mis colegas les pasa lo mismo y también lo odian, lo hemos conversado mil veces. Cuando recién empecé a interpretar me acuerdo que me ponía súper nerviosa y me distraía ene cuando pasaba eso, especialmente cuando la gente que está sentada adelante tuyo se da vuelta a mirarte un buen rato. Ahora la verdad es que no me hace sentir insegura, pero me carga. Entiendo que esta es una pega que casi nadie conoce y entiendo que pueda parecerle interesante a alguna gente, pero encuentro súper flaite que estén encima tuyo mirándote como si estuvieras en exhibición, me carga. No me molesta si me miran un rato para salir de la curiosidad, pero que se queden pegados es lo que me apesta. Esto definitivamente no es una maña mía, no es mi culpa que exista gente tan desubicada.
– Lo otro que odio es cuando se nota que te quedaste un poco pegada con una palabra porque no te sale, dices otra que no es la ideal pero hace que el contexto se entienda igual y una que otra persona se da vuelta a mirarte directamente como diciendo «¿pero cómo se te ocurre haber dicho eso?», yo a toda esa gente la miro de vuelta con una mirada que dice «¿cuál es tu problema?». De hecho una vez alguien me fue a alegar en un break por una palabra que dije (que no era tan incorrecta, pero no era la palabra ideal), yo le dije que no soy un computador y no puedo hacer la pega a la perfección porque a veces se nos olvida una palabra y hay que arreglárselas usando otra ya que no hay tiempo de andar buscando la palabra exacta. La persona dale con que yo debería haber ido mejor preparada, así que toda chora le respondí que si él sabía hacer mi pega mejor que yo, que podía interpretar él por mi y yo le pagaba mi parte. Se quedó calladito y se fue. Ardía en rabia el muy &%$&$»@, de hecho mientras se iba se dio vuelta a mirarme con odio y yo le di mi mejor sonrisa irónica haha, fue lo máximo. De hecho con la gente que más pasa eso es con la que tiene cargos medios. Cuando trabajas con altos ejecutivos o con gente muy educada, todos entienden de qué se trata esta pega y la valoran incluso si te costó hacerlo bien porque el tema era difícil. Pero cuando trabajo con gente de cargos más bajos, de menor educación, ahí es cuando más recibo miradas de odio, así que no es por ser clasista, pero me carga ir a esos eventos con esa gente. Esto no siento que sea una maña mía, siento que el problema es que hay gente súper mal educada y rasca, por decir lo menos.
– Me carga la gente que llega tarde al cine y me muero si yo por algún motivo me atraso en llegar al cine aunque de verdad creo nunca haberlo hecho. Lo que me molesta es que la gente no se pueda organizar bien y sea impuntual, eso me molesta dentro y fuera del cine. Pero en el cine en particular, me carga que si llegaste a la hora, estás instalada y feliz viendo los trailers de otras pelis o disfrutando cuando ya comenzó la peli, tengas que tener que lidiar con la gente que llega tarde. Te tapan la pantalla, a veces se sientan en tu misma fila y tienes que moverte para que puedan pasar, me carga. Puede que a alguna gente le de lo mismo, pero a mi es de esas cosas que me parecen de lo peor. Sé que el que me moleste tanto es una maña mía, pero el tema de la impuntualidad no es un problema mío, es la gente la que debería aprender a cumplir con los horarios.
– No me gusta almorzar. No es que el comer lo que se come al almuerzo me desagrade, no es que si tengo un almuerzo con una amiga me muera de lata, eso me encanta. Lo que me carga de almorzar es que me corta el día y cuando yo estoy trabajando o estoy súper ocupada haciendo varios de mis pendientes, me carga tener que pausar y almorzar porque eso implica tiempo que podría ocupar en terminar más rápido mis pendientes y tener más tiempo en la tarde. Tampoco es que mi idea sea no comer, obvia que me da hambre y necesito un mini break y necesito recargar las pilas y tener energía para el resto del día, pero no soporto que todo lo relacionado a la hora de almuerzo tome tanto tiempo, eso es lo que me carga.
Si es un almuerzo afuera me da lo mismo y me tomo todo el tiempo del mundo porque es algo que ya dejé programado, pero si estoy en mi casa me carga que almorzamos cuando llega mi papá, yo pongo la mesa, a veces también ordeno la cocina, no siempre pero de vez en cuando lo hago porque me nace/porque mi mamá me lo pidió/porque me da culpa y siento que debería hacerlo. Pierdo ene tiempo haciendo eso y lo odio. También odio cuando estoy sola y me tengo que cocinar algo, en ese caso generalmente dejo algo preparado de antes y es llegar y meter al horno o recalentar, pero igual el tener que gastar tiempo en preparar algo, por muy rápido que sea, tener que comer y luego lavar los platos…..me carga. Cuando estoy en eventos lo odio aún más porque a veces la gente se demora ene en llegar del almuerzo y eso atrasa el evento y yo termino yéndome más tarde y más cansada, además que pierdo mucho tiempo esperando a que la gente vuelva. A veces almuerzo con la gente del evento y me carga tener que esperar tanto a que cambien cada plato y cuando almuerzo por mi cuenta me carga salir a otras partes porque se demoran ene en atenderte, en llevar tu plato y luego en llevarte la cuenta. Yo siempre llego a tiempo después de almuerzo y la gente igual llega mucho más tarde y es otra cosa que odio con la vida. Casi siempre opto por llevarme mi almuerzo, porque es más práctico, pero no hay quien me salve de la espera. Yo sé que esto aquí en Chile sería considerado una maña porque el almorzar y tomarse un buen tiempo en eso es parte de nuestra cultura, pero a mi me encantan las culturas donde la gente almuerza algo rápido y sigue con su pega rápidamente para terminar temprano, va más conmigo. Pero como igual no estoy ni ahí con irme a vivir a otro país donde el almuerzo de lo mismo, no me queda otra que aguantarme con esta maña. Nada que hacerssss.
– Lo otro que me carga es saludar de beso en el trabajo. No encuentro que sea tan desagradable hacerlo si trabajas todos los días en el mismo lugar y con la misma gente a quien ya conoces, pero no es mi caso. Yo siempre trabajo en distintos eventos con distintas personas. Siempre he sido de dar la mano y me carga que cuando voy a estirar la mano, se acercan a saludarme de beso. En lo personal, me parece súper poco profesional y me hace sentir súper incómoda. Por eso me gusta principalmente trabajar con extranjeros, porque son de dar la mano más que de saludar de beso. Aquí como que todo el mundo se saluda de beso, yo me muero tener que trabajar en una oficina y saludar a todo el mundo así, me muero porque me da lata ese ritual de todos los días. En contextos informales como en una junta familiar o con amiguis me dan lo mismo los besos y los abrazos, pero en el contexto laboral me carga. No me importa saludar a mis colegas de beso porque generalmente trabajo con gente que conozco bien y que incluso son amiguis míos, pero me carga que se acerquen a saludarme de beso personas que ni conozco. En general lo evito con harto éxito estirando la mano como desde 20 metros antes que se acerquen a mi, pero no siempre me resulta y eso me carga. Yo creo que más que una maña estoy en todo mi derecho al querer saludar así a la gente en un contexto profesional, me parece mucho mejor, pero lamentablemente aquí esos códigos como que dan lo mismo y lo odio con el alma.
– Algunas mañas más ridículas no relacionadas con mi odio hacia la gente y que asumo como culpa mía son por ejemplo que si hay ensalada de tomate, sólo me como las puntas. A menos que sea tomate perita, ese me lo como todito, pero soy especialmente feliz si me puedo comer las puntas también. Es que no me gustan mucho las pepas y tampoco soy fanática del tomate en general, a menos que sea orgánico y tenga verdadero sabor a tomate.
– Si duermo siesta tiene que ser idealmente con la tele encendida y con volumen bajo pero no tanto. Me gusta escuchar algo mientras estoy durmiendo.
– Si duermo de noche no puede haber nada encima de mi cama, a menos que sean mantitas o gatos. Hay gente que puede dormir con el compu al lado de la cama o cualquier otra cosa, yo no puedo (además necesito mínimo una cama de dos plazas para mi sola porque me muevo mucho y duermo toda estirada). Tampoco puedo dormirme si hay una taza en mi pieza, o un vaso, cualquier cosa que tenga que estar en la cocina. De hecho si como algo en mi pieza tengo que ir a dejar las cosas inmediatamente a la cocina. Lo único que dejo en mi pieza es mi vasito con agua, que es un vaso que compré en Starbucks y es igual a los de frappuccino pero de acrílico, tiene bombilla y es súper cómodo porque puedo tomar agua acostada si me da sed antes de dormir o apenas despierto y si se cae no bota agua, así que es mucho más seguro tener eso en la pieza.
– Soy extremadamente perfeccionista y lo estético me importa mucho. Me cargan las cosas hechas a medias, me cargan las cosas desprolijas. Soy del tipo de persona que podría pasar horas haciendo algo una y otra y otra vez hasta que quede perfecto y hasta que quede lindo. Soy de esa gente que tiene que dejar todos los productos de belleza bien ordenados y con la etiqueta hacia adelante, soy de esa gente que si toma algo tengo que dejarlo donde estaba y como estaba, me vuelve loca si alguien toma algo y lo deja en otro lugar, al punto que lo vuelvo a poner en su lugar inmediatamente y no soy capaz de esperar a que esa persona se vaya para restaurar el orden haha. Tiene que ser algo inmediato porque de lo contrario me desespera. Yo tengo un canastito en el mueble de mi vanitorio donde guardo todos mis productos de limpieza facial, que uso en la mañana y en la noche. Muchas veces me pasa que saco el canastito, me lavo la cara y cuando termino vuelvo a dejar el canasto en el mueble. A veces cuando dejo el canasto, lo dejo un poco ladeado y cierro la puerta y les juro que me digo a mi misma «filo, déjalo así», pero no, tengo que volver a abrir el mueble y mover el canastito para que quede perfectamente alineado haha. Dicen que todos estamos más al límite o más cercanos a algún tipo de enfermedad mental, yo definitivamente estoy muy cerca de tener TOC.
– No me gusta mucho el aire acondicionado. Me da frío instantáneamente porque la temperatura con la que la gente está cómoda es mucho más baja que la temperatura que me gusta a mi. A veces viajamos con mi familia y ponen el aire y yo abrigándome y todo tengo frío y el resto está de lo más bien en polera. A veces me subo a un Cabify con AC y encuentro que hace un frío atroz. Yo generalmente cierro el aire en mi lado porque además no me gusta que me de el aire directo en la cara porque como tengo alergia en los ojos, el aire, el smog, incluso usando maquillaje por muchas horas hace que se me irriten los ojos, además me hace muy mal recibir aire frío directo en la garganta porque necesito cuidarme para poder trabajar bien, así que en general nunca me ha gustado el AC. Los únicos días que sufrí con el calor este verano fue cuando en enero estaban a full los incendios forestales y no se podía ni dormir de tanto calor que hacía, pero en general yo soporto súper bien el verano y el frío es lo que me deja mal. Así que me carga estar en lugares con el AC muy fuerte porque sufro.
– Y mis mañas de comida son muchas, pero les juro que antes eran muchísimas más. Al menos ahora hay ene cosas que como y disfruto como las legumbres y varias verduras. Aún así, hay miles de millones de cosas que no me gustan. En este aspecto sí que soy mañosa.
No me gustan las arvejas, las habas, el repollo, los porotos verdes, la acelga, las berenjenas, la coliflor, las aceitunas negras o moradas (las verdes me encantan). Igual si como algo que contiene una o varias de esas verduras me lo como igual, pero lo evito lo más que pueda. Al menos desde que me hice vegetariana se me quitaron varias mañas porque si no me iba a quedar con taaaan pocas opciones hehe. Aunque habían ene cosas no veggie que me cargaban, así que mi alimentación tampoco cambió drásticamente después de hacerme vegetariana. Algunos sabores que me cargan son el anís y el regaliz. No me gusta la mermelada a menos que sea de frambuesa o guinda y sea súper ácida, pero en general no consumo mucha, a menos que sea en un pancito con mantequilla de maní.
Me carga la crema pastelera o los helados con cosas como nueces y cosas así, me gusta que sean cremosos. Tampoco me gustan las masas fritas como los calzones rotos, los picarones, las sopaipillas (me da asco la chancaca), a lo más me puedo comer una sopaipilla si es con pebre, pero prefiero comer eso con pan amasado. No como gelatina porque no es veggie friendly y tampoco me gustan las pasas. No me gusta el café ni las cosas con sabor a café, amo el té (tiene que ser no muy cargado y me lo tomo así, sin endulzar) pero los únicos sabores que no me gustan son el Earl Grey o los de hierbas que se ponen rojos (como los que tienen hibisco o rosa mosqueta), tampoco soy tan fanática del té de hierbas, pero me lo tomo igual. No me gustan las cosas con sabor a plátano, pero el plátano me gusta (hace un par de años no más, lo odié gran parte de mi vida y he tomado leche con plátano como 3 veces en mi vida. Ahora me gusta igual, pero con leche de coco). No me gustan las cosas con coco rallado, pero las cosas con sabor a coco sí. El manjar no me gusta mucho, lo como muy de vez en cuando. Y el chocolate tampoco me mata, aunque si me regalan uno igual me lo como, pero generalmente lo comparto con alguien porque prefiero comerme un trozo de pizza que una barra de chocolate. Y si tengo que elegir, me gusta más el chocolate amargo, luego el de leche y finalmente el blanco que no me gusta mucho pero muy de vez en cuando igual lo pruebo. Los chocolates con rellenos también me gustan, lo único que odio es que tengan pasas. Me carga la avena, si es en granola o barras de cereal o galletas sí me gusta, pero comer avena con leche no, me carga.
No me gustan los damascos, el pepino dulce, el melón calameño, no soy muy fanática de las cosas endulzadas con miel. No me gusta el pan marraqueta, o coliza, no me gusta el pan de pascua (sólo el queque de Navidad que hace mi mamá), no me gusta la cola de mono, el pisco sour, la cerveza o el vino, el ron, no me gustan las bebidas (las únicas que puedo tolerar son el agua tónica y ginger ale, pero prefiero mil veces tomar agua). No me gusta el agua mineral Cachantún, me cargan los endulzantes, no me gustan las manzanas a menos que sean parte de algún dulce, pero me carga comerlas porque me dan más hambre y las encuentro desabridas. Tampoco me gusta comer chicle. Voy a parar aquí porque les juro que podría seguir y seguir haha, pero prefiero no hacerlo para que no se espanten. De todas maneras piensen que existen miles de millones de otras cosas para comer y que de verdad hay más cosas que me agradan que las que me desagradan, se los juro.
Eso con el post de mis mañas. En verdad sí soy mañosa ahora que lo pienso haha (y ahora que veo que tenía muchas mañas que enlistar, muchas más de las que pensé), pero les juro que no soy tan jodida. Me adapto si tengo que hacerlo, no me ando quejando de cosas que sé que probablemente sólo me molestan a mi y no dejo que esas tonteras me arruinen el día. Pero tengo mis gustos súper definidos y creo que está bien ser así. Sólo espero que cuando sea vieja me siga importando el no andar alegando por estas cosas y no me convierta en una vieja de mierda haha. Prometo preocuparme de no serlo porque como no voy a tener hijos, voy a tener que ser simpática con los primos y sobrinos chicos, para que alguien me aguante que sea y me meta en un senior suite decente, idealmente que me envíen a Boca Ratón a una residencia llena de viejos que toman sol y juegan golf. Como los viejitos de la peli En Sus Zapatos, cuando la Cameron Diaz va a ver a su abuela, que vive en una comunidad de jubilados y lo pasan tchantcho. Van a quedar locas si googlean «retirement community», ya me dan ganas de ir para allá ahora haha.
Besis para todas.