Mi Viaje a Buenos Aires [Día 5]

Mi último día en la ciudad de Buenos Aires, era un lunes y fue un día frío y nublado, Argentina lloraba por mi partida hahaha. Ese día nos levantamos tarde con la Chrissy porque yo llegué tarde y muy agotada de Montevideo el día anterior y porque ella es buena para la pestaña haha. Nos arreglamos para salir y bajamos a la recepción a preguntarle a nuestro pololo sobre datos de una peluquería cerca y un lugar rico para tomar brunch.

Yo quería vivir la experiencia bonaerense al 100%, así que tenía que ir a la peluquería como todas las argentinas, obviaaaa. No en verdad tenía que ir a una peluquería porque durante mi estadía en Buenos Aires me iba a tocar lavarme el pelo dos veces, eran 5 días de estadía y me lavo el pelo día por medio, así que me programé para que me toque lavarlo dos y no tres veces mientras estaba allá. El hotel decía tener secador de pelo, pero a mi se me olvidó que existen esos secadores de pelo horrorosos empotrados en la pared, además como viajé sólo con equipaje de mano no pude llevarme tantas cosas, llevé todos mis outfits planificados, hice mucho mix & match (eso de llevar poleras y sweaters que se puedan combinar entre si para repetir prendas) y basándome en la ropa que iba a usar, planifiqué también mi maquillaje y accesorios (y lo anoté todo en mi Evernote para saber cómo vestirme, maquillarme y accesorizarme todos los días, así de maniática y organizada (y seca) soy haha).  Así que bueno, el día sábado me había tocado lavarme el pelo y lo hice en el hotel, menos mal ese día teníamos mucho tiempo en la mañana porque estábamos esperando a que llegue la Kristen. Yo ya le tenía un poco de miedo al secador, pero me imaginé que no sería tan terrible, vaya que estaba equivocada. Es que no saben cómo estaba de equivocada.

El secador era una porquería, me encerré en el baño para no meterle ruido a la Chrissy que seguía durmiendo y tuve que ponerme la boquilla del secador súper cerca del cuero cabelludo porque no tiraba nada de calor. Me demoré, sin mentirles, 40 minutos en secarme el pelo. Yo generalmente me demoro como 10-15 minutos con mi secador, pero éste era horriblemente malo y les juro que me dejó traumatizada. Yo no soporto dejarme el pelo húmedo si quiera porque de partida me da mucho frío y además tengo algo de frizz, entonces si lo seco todo y lo voy cepillando entremedio, me queda súper bien y perfectamente liso. Aquí no fue el caso. Entre el calor que tenía por tener el secador tan cerca del cuero cabelludo, estar encerrada en el baño, recién salida de la ducha y con todo ese vapor y calor encerrado, obviamente el pelo me quedó horrible con toda esa humedad y yo quedé toda transpirada. Es que no tienen idea cómo transpiré, fue tanto pero tanto tanto que tuve que volver a ducharme cuando terminé de secarme el pelo haha. Y después alisarme el pelo, como yo sabía que Buenos Aires es más húmedo que Santiago, había llevado mi alisador por si acaso, nunca lo uso, pero estaba segura que podría serme útil en mi viaje y así fue.

Así que bueno, el lunes me tocaba lavarme el pelo de nuevo y podría haber recurrido al shampoo en seco ese día y al día siguiente ya que mi vuelo era en la mañana y me podría lavar el pelo en casa, pero a pesar de que mi pelo no se veía nada de mal el lunes, yo necesitaba lavarme el pelo y claramente no iba a hacerlo en el hotel.

Nuestro pololo nos había recomendado una peluquería como a media cuadra del hotel, así que fuimos para allá porque él siempre tenía los mejores datos. Ahí pedí que me laven el pelo y me hagan brushing, para así quedar toda diva, obvia. Me salió como 12 lucas todo eso, que no está nada de mal, ó sea, no es botado pero me imagino que los precios son parecidos aquí en Santiago y yo la verdad habría pagado lo que sea por no tener que volver a usar ese secador de porquería del hotel.

Lo divertido fue que primero me lavaron el pelo y luego me senté en el puesto de una peluquera que me estaba esperando, que estaba súper enferma, tosía y tosía y tosía….sobre mi pelo mojado. Yo pensé «menos mal me van a secar el pelo con brushing, así me van a matar todos los gérmenes», aunque de verdad me tenía atacada con sus tosidos. Además no tosía como si estuviera resfriada, sonaba más a que se había pegado el ébola o algo así.

En un momento se puso a toser tan cuáticamente que me dijo «disculpa, no creo que pueda seguir trabajando» y se fue. Y de repente aparece un chico muy guapo y muy gay, que me atendió regio, alabó mi pelo porque le encantó mi rubio y que yo tenga todas las características para ser así de rubia, a diferencia de tantas otras haha, me dio demasiada risa cuando me dijo eso. Y me sentí estupendaaaa, es que otseaaa, obvia.

Así que bueno, me secó el pelo y me lo dejó espectacular. Estuvimos conversando todo el rato, pelé de lo lindo la ciudad de Montevideo haha, mientras la Chrissy muy tiernamente me esperaba sentada en la pelu. Después me despedí de mi nuevo amigui, pagué y nos fuimos. Se mueren que la Chrissy me contó que durante todo el rato que me estuvieron secando el pelo, que fueron al menos 20 minutos, la señora con ébola estuvo en el piso de abajo tosiendo sin parar, sonaba como si en cualquier momento se fuese a morir o a expulsar un alma endemoniada, qué se yo, y paró poco antes que terminaran de hacerme el brushing. Ella se asustó porque cuando paró de toser se imaginó que ya se había muerto haha, hasta consideró bajar a verla pero al final no lo hizo, así que nunca sabremos qué pasó con ella. De ahora en adelante nos referimos a ella como la «dead lady», quien probablemente está cuidándonos desde el cielo, o vendrá a penarnos en cualquier momento. Todo podría pasar.

Y bueno, ya todas regias nos fuimos a tomar brunch, que en verdad ya daba como para almuerzo porque era bastante tarde. Nos fuimos al Pani, recomendación de nuestro pololo que no dejaba de sorprendernos lo fancy que era. Por eso lo amabamos tanto, porque nos conocía tan bien y nos hacía tan felices…era lo máximo tener un pololo así.

El lugar era precioso, ambientado con un estilo playero demasiado original y demasiado tchori. Me encantó el lugar, cuando vuelva a Buenos Aires tengo que volver a comer ahí. Y si ustedes van, háganle caso a mi latin lover y dense una vuelta por ahí.

La cantidad de cosas ricas que tenían para comer, ahhh, era una maravilla.

Y también tenían un rinconcito con cosas para comprar, todo muy lindo y shabby chic, era hermoso.

El menú era enorme, tenía un montón de opciones vegetarianas, un montón de platos ricos, tenía menú, tenía brunch los fines de semana, muuuchos dulces, cosas para el desayuno, la hora del té, cosas para celíacos, era maravilloso, también era un poco más caro que el resto de los restaurantes promedio, pero valía cada peso. Y no entiendo qué onda el queso crema allá pero es una cosa de otro planeta. Yo creo que me mudaría a Buenos Aires sólo para poder comer de ese queso crema todos los días, qué cosa más rica.

Individuales y servilletas de unicornio, qué más puede pedir una….

La Chrissy pidió ese quiche de calabaza, que estaba increíble. Y lo otro era como un pastel de choclo, abajo tenía vegetales asados y encima esa crema pastelera y choclo entero, también muy rico.

Yo pedí un sándwich de tofu apanado (la mejor preparación de tofu que he comido en la vida, iba a preguntarles cómo lo hacen y lo olvidé, pero les voy a escribir para preguntarles porque necesito saberlo). Mi pancito además tenía mayonesa de zanahoria, palta y un huevo a la plancha, qué cosa más rica. Y esas bolitas son de camote con queso y frutos secos, eran dulces y a mi como me encanta lo agridulce y los sabores loquillos, lo disfruté demasiado.

De postre este cheesecake de Vauquita, que yo pensé que era algo súper loquillo porque jamás había escuchado sobre la Vauquita, pero así le dicen al manjar duro, de hecho el dueño del lugar no me creía que en Chile el dulce de leche era tan popular y que le decíamos manjar hehe. Yo no soy fanática del manjar, pero ese cheesecake estaba increíble. Lo que si no fuimos capaces de terminar la mitad si quiera y no me lo quise llevar porque íbamos a caminar ene y luego salir a comer y ahhhh….aún me duele haberlo dejado hahaha.

Tomé tecito también, estaba muy bueno.

El lugar atrás tenía un área bien linda también.

Y esa escalera con mural bien colorido, lo encontré topísimo.

Como andábamos comiendo por Palermo, nos fuimos a caminar por ahí ya que en un rato más nos íbamos a juntar con la Kristen que saldría pronto de una reunión y de ahí con mi prima para ir al Barrio Chino, estaba demasiado emocionada por ir para allá.

En el camino nos encontramos con este mural de Frida que encontré genial. No sólo está demasiado bien hecho si no que además si se fijan bien, el collar y los aros son de verdad, eso me mató.

Ya en el Barrio Chino, amé la portada y toda la onda que tiene el lugar.

Fuimos a esta tienda que se llama Tina & Co., es como una mezcla entre Asimarket, Home Plus y Había Una Vez (del Barrio Coreano/Patronato de aquí en Santiago), pero muchísimo más fancy. El primer piso tenía tés, especias y muchas cosas ricas para comprar, harto snack, dulces, de todo. El segundo piso es de papelería, belleza y decoración y el tercer piso es de cocina y tiene un café con cosas que se veían demasiado ricas.

Alpargatas con diseños del famoso ilustrador argentino Liniers, que me encanta.

Muchos timbres, costaban como 4-5 lucas así que no era barato pero es lo que cuestan. Además eran de madera pero el timbre mismo era de acrílico y no de goma y esos duran mucho más, así que igual me pareció que el precio estaba bien.

Esta marca decía que era cruelty free. No compré nada porque no pude encontrar alguna entidad que haga certificaciones en Argentina, así que quedé con la duda.

Habían varios Ritter Sport en sabores que no he visto en Chile.

Esta vela me mató, tenía rositas, era de cera, pero funcionaba con pilas, la amé.

Amo los Goldfish.

Esos eran tenedores de torta con figuras. Yo me llevé uno no más porque costaban como $3.500 y si me llevaba un set de 6 ó 12 me iba a salir una millonada. Pero al menos un tenedor es más que suficiente para mis fotos de Instagram y eso siempre es un consuelo. Tengo prioridades, así que tenía que al menos llevarme uno.

La loza era maravillosa y nada de cara. Quedé loca con todo.

Esto es del piso de abajo, habían demasiados tipos de mantequilla de maní, ¿por qué eso no existe aquí?, me lo quería llevar todoooo. Absolutamente todo.

Demasiado loquillo ese té, no me lo llevé pero si me llevé un chai latte bien rico de la misma marca.

A la salida buscamos un salón te dé chino que le gusta a mi prima, pero estaba cerrado. Igual el lugar de comida no era taaan tradicional chino, pero la decoración lo era. No importa, nos fuimos a otro lugar por ahí demasiado tchori.

Este lugar es como una fuente de soda de los años 50. Es como Johnny Rockets pero mucho más girly porque todo es en colores pastel, los asientos son todos en celeste y rosado y por dentro las luces de neón hacen que el lugar de vea increíble. Se llama Muu Lechería y si buscan fotos en Google van a quedar locas porque yo con toda la emoción de estar ahí con mi prima, con mis amiguitas y todo eso, no saqué tantas fotos como me habría gustado.

Me habría pedido tantas cosas, pero seguía a punto de explotar por todo lo que comí al almuerzo haha. Así que me pedí esa limonada que estaba bien rica.

Mi prima se pidió ese milkshake que ni si quiera pude probar porque de verdad estaba asqueada de tanta comida haha. Pero lo pasamos súper y nos reímos un montón. Tuvimos suerte que el jefe de la Kristen no se nos pegó, aunque no crean que no lo intentó. Por suerte la Kristen le mintió a su jefe y le dijo que mi prima no hablaba nada de inglés, entonces iba a ser súper incómodo todo el rato, es que menos mal no se coló porque yo lo habría asesinado por arruinarme el último día y el tiempo con mi prima, menos mal no me vi obligada a mandarlo a la cresta porque lo habría dejado marcado de por vida haha.

Después de la fuente de soda nos despedimos de mi prima y fuimos a un evento que un chico argentino, conocido de la Kristen, le había recomendado, es un evento que hacen una vez al mes y se llama La Bomba de Tiempo, esto es un grupo que hace percusión improvisada y el lugar se llena. Obvia que a mi algo así no me tincaba mucho, pero era mi última noche y pensé que si lo llegaba a pasar mal, siempre estaba la posibilidad de curarme para tener una percepción menos negativa del evento haha, eso siempre funciona.

Me mató eso de «beer delivery» hahaha.

Me compré un mojito de medio litro, me costó como luca haha. Es que en verdad era como un mix de esos que vienen listos, con sabor a mojito, que no me hizo efecto alguno, pero al menos estaba rico.

Yo me lo compré pensando que era de un litro haha, mis amigas fueron súper decentes y se compraron un trago para compartir, pero como yo soy chilena y me la puedo, me compré lo más grande que encontré y no le convidé a nadie haha.

Tengo que admitir que en el evento lo pasé súper bien. El grupo era súper talentoso, pero por sobre todo lo que más disfruté fue ver a toda la gente volada completamente en trance haha, la forma en que bailaban era para morir de la risa. Incluso creo que valió la pena estar todo el rato sobria, para apreciar todo lo que estaba pasando alrededor mío haha.

Después del magno evento nos fuimos a pasar el bajón al Squzi, esa pizzería que era enferma de barata y que quedaba al lado de nuestro hotel. Pedí una pizza con cebolla y la otra sólo con queso y salsa de tomate, más mi jugo de limón dulce que sabía a limonada. A las pizzas les eché harto peperoncino encima porque me encantaaaa, amo que me arda la boca de tan picante que está la comida haha, me encanta.

Después de eso nos fuimos al hotel, yo armé mi maleta y dejé todo listo para el día siguiente porque me iba al aeropuerto a las 9 de la mañana, el viaje en taxi era como de 45 minutos y costaba no recuerdo si eran 400 ó 600 pesos argentinos, pero eso era como 20-30 lucas, algo así. Es caro porque queda muy lejos el aeropuerto.

Al otro día en el aeropuerto, me sentía pésimo, había despertado como con caña según yo, pero en verdad estaba como con síntomas de gripe, me sentía pésimo. Me llevé esa bebida de durazno con coco que amo y que venden en el Asimarket de aquí y encontré en Tina & Co. y que pucha que me hizo sentir mejor. No duró mucho el efecto, pero al menos me hizo feliz.

Y con todos los pesos que me quedaban, me alcanzó justo, pero justo justo para comprar un alfajor Havana, tenían tantos sabores para elegir, pero yo quise éste y estaba muy rico. A todo esto, cuando fuimos al Café Tortoni y yo pedí la torta «alfajor», al jefe de la Kristen, que no cachaba nada de español, le dio demasiada risa porque la palabra «alfajor» suena como si estuvieras diciendo «alpha whore» hahahaha, que de alguna manera me identifica mucho. Y que según estuve googleando a mucha gente gringa le pasó lo mismo cuando escuchó esa palabra hahaha, enreírme.

Mi vuelo era a las 12 del día, duraba dos horas, así que iba a llegar a la 1 de la tarde (hora local) porque aquí es una hora menos que en Argentina. Cuando llegó el carrito con las cosas para tomar me dio tanta rabia porque me pasaron un croissant con jamón y queso y yo pregunté si tenían opción vegetariana y me dijeron que no, así que me lo reemplazaron por una naranja. Como si a mi me fuese a interesar más comer fruta que un pancito a esa hora. Ya iba muerta de hambre porque había desayunado a las 7 de la mañana y el alfajor no había ayudado mucho a calmar mi hambre. Me dio rabia porque yo llamé a Lan desde Chile, antes de viajar a Buenos Aires y me dijeron que ni de ida ni de vuelta habría desayuno, sólo esas típicas opciones de palitos de queso, o frutos secos, o queque….y pucha, habría hecho de todo por un croissant con quesito. Ay, es que no saben cómo amo en croissant, lo tuve tan cerca pero tan lejos a la vez. ¡Qué rabia! Para la próxima vez no vuelvo a confiar en ellos y llamo igual, por muy corto que sea el vuelo, vale la pena preguntar.

Al menos siempre disfruto el té que tienen y esa crema en polvo. Debe tener puras porquerías, pero me encanta. Además que no saben nada, apenas me subí al avión comencé a sentirme mil veces peor, me congestioné ene y fueron las peores dos horas de mi vida, menos mal al lado mío el asiento estaba vacío, yo iba en la ventana y al otro lado iba un niño chico porque su mamá estaba en los asientos de al lado. Así que al cabro chico no le iba a importar tenerme al lado toda mocosa y casi muriendo por el ébola que me contagió la dead lady en la peluquería.

Pretendía estudiar durante el vuelo pero para la único que me dio fue para tratar de dormir y sonarme la nariz cada 5 minutos. En un punto dejé de intentarlo y me puse un tapón con un trozo de pañuelo en un orificio de la nariz y traté de dormir así haha. Fue lo más poco glamoroso que he hecho, pero ya no sabía qué más hacer. Me estaba muriendo.

Bueno, ya en casita saqué todos los souvenirs, ordené un poco mis cosas y me fui a dormir siesta. Estaba completamente destruída. Traje varios dulces, tecito, un montón de sachets de manjar del desayuno del hotel porque yo me robé dos por cada día que tomé desayuno ahí, que fue como dos veces, pero mis amigas también sacaron para mi haha. Se los traje a mi hermana que ama el manjar y ese dulce de leche era maravilloso. También le traje a mi abuela una placa bien tchori del papa, a mi mamá unas cucharitas para su colección y varias cosillas más que les mostraré a continuación:

Ese imán de Montevideo en vidrio de colores me encantó. El otro lo compré en Caminito, en Boca y el de Colonia me lo trajo la Kristen que tomó un Buquebus más rasca (porque era más barato y tardaba menos tiempo) y se fue a Colonia el mismo día que yo visité Montevideo y me trajo ese imán para mi colección, linda ellaaaa.

Esas son unas bengalas para torta que compré en esa tienda de artículos de fiesta el segundo día de mi viaje.

El Rucio espiando todo lo que traje hehe. Esa es una bolsa con bombones.

Estas galletas son de Montevideo, estaban bien ricas. Ya pasaron a la historia obviously.

Té de durazno y banana. El de durazno se lo regalé a mi abuela y el de banana lo probé y es rico, aunque no siento que sepa a banana, pero me costó como luca y de sabor está súper bien, así que bacán igual. Igual me llama la atención que el té de plátano no sea popular para nada, si hacen té de tantos sabores, ¿por qué no hacen té de banana? Acabo de googlear y me aparecen muy pocas cosas de té de banana, pero si me aparece que Dilmah tiene té de ese sabor. Prometo buscarlo hasta que sea mío.

Una barra para hacer chocolate caliente que compré también en la tienda de artículos de fiesta y que es de chocolate blancoooo, me quería morir. Era para mi hermana, y más encima a ella no le gusta el chocolate blanco. Quizás podría mezclarlo con otras cosas y queda rico. A mi me gusta, no me mata comerlo así solo, pero en preparaciones con chocolate blanco me lo como feliz.

Galletitas que compré en el salón de té del Jardín Japonés. Estaban exquisitas.

Dulces que compré en un mini market en Buenos Aires.

La famosa Vauquita y el Agua Helada que compré en Uruguay, es la misma cuestión, pero no entiendo por qué le dicen Agua Helada, no sé si es la marca o el producto, qué freak. Ahh, googlié y es la marca, no sé si allá le llamarán también dulce de leche o Vauquila or what….pero es la misma cuestión.

Este té en cajita metálica es de las cosas más ricas que he probado. Habían muchas variedades y me costó como 2 lucas, qué lata no haberme traído más porque este sabor en particular me encantó. Es como un chai, pero con ají, bien picante. Voy a pedirle a mi prima que hagamos un swap de varias cosillas porque necesito que me mande más tecito de éste hehe.

Este otro té también me gustó.

Es un chai latte y es bueno. Aunque a mi me gusta el chai latte más espeso y con espuma, pero el sabor de éste es bien rico.

Mi famoso tenedor fancy. Le amo y tengo grandes planes para él.

Mi Daruma, aún no le pinto el ojo izquierdo porque no se me ocurre qué meta ponerme, es que yo ya siento que lo he logrado todo en la vida….hahaha, broma. Lo pensaré bien porque quiero que sea algo bacán y algo alcanzable, para no tardar 30 años en pintarle el otro ojo haha.

Este cuadrito lo hizo mi prima para mi. Es tan amorosa y tan talentosa. Ella hace un montón de cosas de diseño gráfico, pinta macetas y hace un montón de otras cosas que vende, es seca. Me hizo demasiado feliz este regalito y no puedo esperar a colgarlo en un lugar especial en mi pieza.

También me regaló esta etiqueta para identificar maletas de mi tienda favorita, obvia. Todo Moda. Yo ya tengo una etiqueta para maleta, pero no para bolso de mano, así que la voy a usar para eso, es demasiado linda, demasiado crazy cat lady, demasiado yo.

 

Ya tchequellas, ese fue todo mi viaje a Buenos Aires. Me entretuve un montón compartiendo mis aventuras, mis fotiwis y mis datos con ustedes. Espero que se hayan reído, que hayan disfrutado los posts y puedan sacarle provecho a lo que compartí con ustedes. La próxima semana vuelvo con otras cosas, se viene harto review, así que prepárense.

Besis para todas.