Me inspiré en hacer esta receta porque me tiene completamente fascinada el libro Care Packages, de Michelle Mackintosh (muy pronto se viene el review del libro), y me encanta que te da muchas ideas sobre cosas ricas para regalarle a tus seres queridos.
Justo se venía el cumple de mi amigui Marce, así que me decidí a enviarle una cajita con cosas ricas para comer, dentro de las cuales esta receta en particular fue la estrella. La probé en casa primero durante el fin de semana, ya que la regla de oro de mi mamá en la cocina es nunca preparar una receta para una ocasión importante sin haberla probado antes. Así que eso fue precisamente lo que hice y como resultó bien a la primera (y la segunda), estaré repitiendo muchas veces más esta receta porque es simple y muy rica. Además mi papá ya se hizo adicto y es la primera vez en mi vida que mi papá queda tan fascinado con algo preparado por mi haha, así que me siento en las nubes con todos sus halagos y #obvia que quiero más.
Si ustedes también quieren causar sensación con este clásico italiano, atrévanse con esta receta que de verdad es maravillosa.
La salsa tarda poco tiempo en preparar y dura un montón si la guardas en conserva, o la dejas en el refri. La focaccia tarda un poco más porque a pesar de ser simple, toma tiempo ya que usa levadura y hay que darle tiempo de reposo. Les aviso para que sepan, pero les prometo que la espera vale totalmente la pena. ¿Y vieron lo linda y pro que quedó mi foto? Me cuesta tanto sacar fotos de comida decentes, ¡porque es difícil! Pero seguiré buscando inspiración y tips para poder subir más cosas ricas y dignas de Instagram o Pinterest. Y dignas de ustedes también, obvia.
Y antes de irnos a las recetas, les cuento que la de focaccia la saqué del blog Inspired Taste y la de salsa marinara es una adaptación de la receta del blog Five Heart Home.
Ahora sí, vamos a las recetas:
Focaccia
Ingredientes
– 1/2 taza de aceite de oliva extra virgen
– 2 dientes de ajo, finamente picados
– 1 cda tomillo fresco ó 1 cdta tomillo seco
– 1 cda romero fresco, ó 1 cdta romero seco
– 1/4 cdta pimienta negra recién molida
– 1 taza agua tibia
– 2 1/4 cdtas levadura instantánea
– 1/4 cdta azúcar
– 2 1/2 tazas harina
– 1 cda sal
Instrucciones
– En una sartén mediana, mezcla el aceite, ajo picado, tomillo, romero y pimienta negra. Cocina a fuego bajo hasta que se la mezcla se comience a aromatizar, recuerda ir revolviendo constantemente y apagar el fuego antes que el ajo se dore (esto tarda muy pocos minutos). Reserva.
– En un bowl grande, mezcla agua tibia, la levadura y el azúcar. Mezcla un par de veces y deja reposar durante 5 minutos. Agrega 1 taza de harina y 1/4 de taza de la mezcla de aceite. Revuelve 3-4 veces, hasta que la mezcla esté húmeda. Deja reposar otros 5 minutos.
– Agrega el resto de la harina (1 1/2 taza) y la sal. Una vez que la masa se haya unido, ponla sobre una superficie enharinada y amasa unas 10-15 veces hasta que esté suave. Luego pon la masa en un bowl aceitado y cubre con un paño húmedo y tibio. Deja reposar durante 1 hora, idealmente en un lugar tibio (pero no caliente).
– Cuando la masa haya reposado, calienta el horno a 220ºC y cubre un molde de aproximadamente 20×30 cm con papel mantequilla y esparce un poco del aceite con hierbas y ajo por todo el papel.
– Transfiere la masa al molde y estira con tus manos. Usa tus dedos para hacer hoyos en toda la masa, ya que ahí es donde se irá depositando el aceite y las hierbas, así que asegúrate de poner harta presión porque además, una vez que hayas estirado y marcado la masa con tus dedos, tienes que untar todo el resto del aceite y dejar la masa reposar otros 20 minutos, para permitir que vuelva a crecer un poco más (trata de dejarlo en un lugar tibio nuevamente).
– Hornea hasta que la focaccia esté dorada. En mi caso, tengo horno eléctrico y es rápido, así que sólo tuve que hornear por 12 minutos, las dos veces que hice focaccia. Cada horno es distinto y si el tuyo es muy fuerte, también puedes probar con menos temperatura y mayor tiempo. Cuando la focaccia ya esté dorada, significa que está lista.
– Una vez que la focaccia esté lista, sólo debes dejarla enfriar. Para esto te recomiendo sacarla del molde luego de un par de minutos y dejar enfriar sobre una rejilla, para evitar que la masa transpire y moje todo el papel que tiene por debajo. Cuando la focaccia esté tibia, la puedes cortar (idealmente con un cuchillo para pan, de esos con sierra). Puedes cortar tu focaccia en palitos como lo hice yo (salen aproximadamente 24 palitos) o en trozos más grandes, como a ti te guste. ¡Y disfruta!
Salsa Marinara
Ok, para la salsa marinara pueden usar tomates frescos, si encuentran unos que estén ricos, maduros y sabrosos. Si no es así, pueden hacer como lo hice yo y comprar una lata de tomates pelados y listo (es fácil de encontrar en los supermercados).
Ingredientes
– 1 kilo de tomates frescos, ó 1 lata de tomates pelados (yo usé la marca Centauro, el tarro de 800 y tantos gramos)
– 2 cdas aceite de oliva
– 3 dientes de ajo, picados
– 2 puñados de albahaca fresca (o la hierba que tengan o les guste)
– 2 cdas azúcar
– 1 cdta sal
– 1 cda aceite balsámico
– Pimienta a gusto
– 1 cdta merkén o ají (opcional)
– Hierbas adicionales (opcional)
Instrucciones
– Si estás usando tomates frescos, córtalos en trozos grandes/medianos y mételos al procesador. Si usas tomates en tarro, también, mételos a procesador y pulsa un par de segundos, la idea es que el tomate quede en trozos pequeños, pero no que sea un jugo o puré de tomates.
– En una olla mediana, pon a calentar el aceite y agrega el ajo picado. Saltea un par de minutos a fuego medio hasta que esté aromático y agrega el tomate y un puñado de albahaca picada. Espera a que hierva y baja el fuego, tapa la olla y deja hervir por 20 minutos, revolviendo constantemente.
– Una vez pasados los 20 minutos, apaga el fuego y agrega el resto de los ingredientes, el otro puñado de albahaca fresca, la azúcar, sal, aceite balsámico, pimienta y si quieres, también agrega merkén, ají, o más hierbas. Si sientes que con 20 minutos la consistencia no es ideal, déjalo otros 5-10 minutos a fuego bajo, pero recuerda que la salsa espesa un poco más cuando se enfría.
– Disfruta a temperatura ambiente o tibia con tus palitos de focaccia, o usa en una pizza casera (o una mini pizza con pan pita), o tus pastas preferidas. Hay miles de usos para darle a esta salsa y todos son buenos.
Si les tincan las recetas y prueban una o las dos, cuéntenme y me envían una fotito, ¿ya? Imagínense un finde de pijama y Netflix con estas delicias, ¡me muero! Además, nada más rico que un picoteo relajado y veggie/vegan friendly.
Besis para todas.
4 comentarios. Dejar nuevo
Esto lo debo intentar en casa!
Siiii, es lo más rico de la vida <3
Me encantó! Se ve buenisimo! Ñami!
Siii, lo tienes que probar un día porque es la muerte. Es mi nueva receta estrella para lucirme con mi familia y amiguis haha.