¿Cacharon que el finde salieron dos artículos sobre Hygge en la revista VD y la Más Deco? ¿Ven cómo yo impongo tendencias? Estos otros publicando artículos cuando una ya se leyó el libro hace dos semanas, cuando una ya les habló del tema en enero, otseaaaaa haha.
De hecho tenía súper pendiente hacer el review la semana pasada, pero me tocó harta pega y donde estuve trabajando estaba muy lento internet, así que cero posibilidad de avanzar con mis posts. Pero aquí estoy y al fin les voy a contar qué tal el libro. Spoilers: lo amé y aquí les cuento por qué.
Les explicaré muy brevemente lo que es el Hygge, aunque para más detalles pueden ver este post.
Es un concepto danés, que no tiene traducción, pero básicamente se trata de la comodidad, la felicidad, es sentarte en un sillón cómodo a leer un buen libro mientras disfrutas una rica taza de té y tienes a tu mascota de compañía. Es estar a la luz de las velas o frente a la chimenea disfrutando de un momento agradable con tus amigos. Es vivir bien, disfrutar los pequeños momentos y las cosas simples de la vida.
¿Por qué hay tanto interés en el tema? Porque durante años los países escandinavos han liderado los rankings de felicidad y Dinamarca, que ha estado en el número uno de los rankings del Informe Mundial de la Felicidad (organizado por la ONU) los años 2012, 2013 y 2016, sabe de felicidad.
El autor del libro Meik Wiking, además de ser experto en Hygge (como cualquier danés), es el CEO del Instituto de Investigación sobre la Felicidad en Copenhague. Así que el libro no solamente es una guía para entender y lograr incorporar el Hygge a nuestras vidas, si no que también habla mucho sobre la felicidad.
Ahora, después de leer el libro, me quedaron claras un par de cosas:
– Sin saber lo que era el Hygge, creo que tanto yo como mi familia hemos sabido adoptarlo en nuestras vidas porque somos amantes del elevenses, del 5 o’clock tea, los picnics al aire libre en primavera y verano y todas esas cosas que nos hacen sentir bien. Nos gusta la comodidad, decorar espacios para que sean acogedores y andamos con esa actitud de «yo lo valgo» por la vida, porque obvia, «porque nosotros lo valemos» hehe.
– Prácticamente cualquiera viviendo en Dinamarca podría lograr ser feliz. Pagan impuestos altísimos, pero no es que el gobierno les robe, es que la gente invierte en su sociedad. Tienen educación y salud gratis, trabajan hasta las 5 de la tarde, en muchos casos hasta las 4 cuando se trata de gente que tiene hijos, reciben 5 semanas de vacaciones pagadas al año y en caso de desempleo tienen bastantes beneficios. Así que tiene mucho sentido que cualquier persona teniendo lo básico cubierto, se sienta segura y por lo tanto esté feliz y se dedique a disfrutar la vida.
– Nada más hyggelig (el adjetivo de hygge) que las velas, los muebles de madera, la incorporación de elementos de la naturaleza, las mantitas, la ropa cómoda y algo dulce para la tarde.
El libro parte con una breve introducción, luego habla brevemente también sobre algunas claves de la felicidad y luego se detiene a explicar detalladamente la importancia de la luz, habla de piezas clásicas del diseño escandinavo, de diseñadores daneses reconocidos y obvia que menciona a las famosas velas. De hecho me encanta que como el autor es un investigador, durante gran parte del libro va compartiendo cifras de estudios sobre el hygge y la felicidad y yo que amo leer sobre estadísticas, cifras y soy muy buena recordando números, lo disfruto un montón.
Explica también como existen conceptos similares al hygge en otros países como Holanda, Alemania, Noruega, incluso Canadá (hominess). Afortunadamente el libro trae un diccionario con varios conceptos relacionados al hygge, como por ejemplo el hyggekrog, que me encanta porque se refiere a un espacio como un sillón cómodo o un lugar muy específico donde generalmente haces algo muy hyggelig como leer un libro o te detienes a tomar una pausa en medio del día.
Luego sigue hablando de la felicidad y se centra en lo bueno: la comida y tragos haha. Una de las cifras que me impresionó fue la del consumo de dulces. El consumo promedio de dulces en Europa es 4.1 kg por persona al año, en Dinamarca el promedio es 8.2 kg por persona al año y son los segundos en Europa en tener el mayor consumo de dulces, por poco les ganan los Finlandeses.
Aparte de hablar sobre lo maravilloso que es comer y tomar algo calentito, algo rico, algo preparado con cariño, comparte varias recetas. Esa sección no me mató mucho porque habían pocas cosas veggie friendly, pero me tincó mucho probar la receta del Snobrød, que es una masa que se enrolla en un palo y se va cocinando en una fogata (aunque ni loca me iría a acampar para hacer esa cuestión, me conformo con asar el pan en la cocina haha). Luego continúa con las secciones de ropa, hogar (esa parte me encantó porque habla mucho de decoración) y termina la sección con ideas para crear un kit de emergencia hygge. A mi me encanta cualquier cosa que venga en formato kit, el solo concepto me mata.
Como ya se imaginarán (o sabrán), la época ideal para el hygge es el otoño e invierno, que es donde más tiempo pasan en casa los daneses. Pero en verano también hay un montón de cosas hyggelig que se pueden hacer y de eso también habla el libro, #obvia. Y me encanta que después de eso hace una especie de calendario donde te ofrece ideas sobre cómo disfrutar de actividades súper hyggelig durante cada mes del año (ahí una tiene que ir dando vuelta los meses ya que las estaciones del año son distintas en este lado del hemisferio). También me gusta que en el calendario mensual comparte un par de recetas más, como una limonada de flores de sauco, que no tengo idea dónde encontrar en Chile, según Google existe aquí, ¿pero dónde? Si alguien sabe que pase el dato please y si me resulta la pruebo y comparto la receta aquí en el blog hehe. Otra receta que me encantó es la de las castañas asadas, que se recomienda para octubre (abril para nosotros) y se sugiere comer con un poco de mantequilla y sal. Miren qué cosa más rara, yo las he comido cuando las cuecen en agua y las como solas, pero estoy más que dispuesta a probar en versión castaña asada con mantequilla y sal, me tinca ene.
Luego el libro te explica sobre cómo toda la onda hygge no tiene por qué ser algo costoso (de hecho se trata de cosas simples, sin gastos extra, sin pretensiones) y te recomienda un montón de actividades de bajo costo y altos niveles de hyggelig. Y ya casi finalizando el libro, el autor comparte un mini tour por Copenhague y muestra varios lugares súper lindos y extremadamente hyggelig, luego sigue con todo un capitulo de Navidad (que amé) y comparte algunas actividades, recetas y hasta un DIY. Ya casi llegando al final puedes leer sobre el hygge en verano, sobre qué actividades son ideales para esa época y prosigue con una especie de resumen de todo lo que representa el hygge.
Finalmente, llegas al último capítulo del libro, donde el autor habla sobre el hygge y la felicidad, hace muchas reflexiones al respecto y comparte un montón de datos que en lo personal, me parecieron súper interesantes y valiosos.
Si tuviera que ponerle nota a este libro, le pondría el puntaje máximo. Me gustó, me encantó, porque me hizo feliz saber que existía, me hizo aún más feliz haberlo recibido tan rápido y me dejó casi hiperventilada de felicidad haberlo leído. En serio, me lo leí en dos días, que es todo un récord para mi porque siempre tiendo a distraerme ene y leer durante periodos de tiempo más cortos, pero este libro me lo devoré y lo disfruté mucho. Me encantó que haya sido un libro que te explica qué onda con esta cuestión del hygge y que el ir leyéndolo se haya transformado en una experiencia tan hyggelig. La mayoría del tiempo estuve leyendo el libro en mi cama, en pijama, en las noches frías acompañada de té y gatos y lo disfruté al máximo. Me encantó haber aprendido tanto sobre la cultura danesa, sobre diseño escandinavo, amé tener una que otra receta para probar y enterarme de tantos datos y estadísticas sobre la felicidad. Siento que más que haber aprendido algo que incorporar en mi vida, me reafirmó que voy por buen camino y eso siempre es un motivo de felicidad hehe.
Además el libro es livianito, el autor tiene harto sentido del humor y las imágenes son hermosas y totalmente inspiradoras.
Si les tinca comprar el libro (en inglés), les dejo aquí el link de compra. Book Depository tiene despacho internacional gratis y los libros están a súper buen precio.
Encontré el libro en español en Book Depository y estoy segura que es el mismo que yo tengo. Lo que pasa es que no aparece imagen de la portada y tampoco dice quién es el autor, pero dice que tiene 290 páginas, que es exactamente lo mismo que tiene mi libro. Aparecen las medidas y mide exactamente lo mismo que mi libro y aunque el nombre de la editorial aparece como con un error de tipeo, pero googleando me di cuenta que se llama Editorial Cúpula (por culpa del tilde de seguro aparece mal escrito en Book Depository) y en la página de la editorial (aquí) aparece el libro en español y se llama «Hygge. La Felicidad en las Pequeñas Cosas», que es el mismo título que aparece en Book Depository (aquí). Así que es obvio que es el mismo libro, sólo que la portada tiene un diseño ligeramente distinto y no es tapa dura (ah y es más caro). Pero si les acomoda más el libro en español, les digo que vale totalmente la inversión si es que están también en toda la onda de conocer bien el concepto de hygge, o simplemente quieren aprender algo nuevo o sacar una que otra receta e inspiración.
Para mi, ésta es la guía perfecta para tener un invierno fabuloso y es un libro que de pienso volver a leer cada vez que comience la época de frío y necesite una dosis de hygge.
Besis para todas.
2 comentarios. Dejar nuevo
Hola Mila!!! me encanta este tema. La primera vez que te escribí fue sobre lo mismo, y te encuentro toda la razón cuando dices que quedaste hiperventilada con la felicidad. Yo soy una Hygge 100%.
Te cuento que yo he probado el saúco en jugo y mermelada y es exquisito. Lo probé en Bariloche y sus alrededores, se da mucho por allá y acá en Chile también se da, pero lamentablemente no le dan la importancia que tiene, hasta que se haga famoso y de ahí te cobran un ojo de la cara. Tiene muchas propiedades; entre ellas para el sistema nervioso y migrañas. De lo que conozco lo puedes encontrar en http://www.boticadelalma.cl en infusión, cápsula o granel (ellos son 100% orgánicos), pienso que quizás una de ellas te ayude hacer la limonada. Bueno bella un gran abrazo y gracias por tomarte siempre el tiempo para escribir.
Pd: besos a tus michos
¡Hola Xime! Ay, me encanta saber que no soy la única que raya con todo este tema hehe.
Oye muchísimas gracias por el dato, estaba revisando la página que recomiendas y tienen ene distribuidores en Santiago. Justo mañana saldré de shopping, así que veré si encuentro algo que me sirva en alguna de las Farmacias Knop de Provi o en Dellanatura en el Panorámico. ¡Te pasaste! Yo he tomado té frío de sauco con manzana (el té frío de la marca Teekanne, que en inglés dice «Apple & Elderflower») y también he comprado elderberry, porque todas estas marcas alemanas tienen harta cosa con sauco porque es súper popularsh por allá. ¡Besis y gracias por el dato!