Ayer fuimos a celebrar el día del niño con un brunch en familia. Supuestamente íbamos a ir a The White Rabbit, porque hace ene que queríamos ir, pero nos levantamos todos muy tarde y habíamos olvidado hacer reserva, así que nos dijeron que estaba muy lleno, por lo que comenzamos a buscar otras opciones y nos encontramos con Coquinaria que tenía brunch y harta disponibilidad. Y como con mi familia vamos a tomar brunch al menos una vez al mes y nos gusta ir probando distintos lugares, así como nuestra propia ruta del brunch, decidimos ir a probar qué tal el brunch de Coquinaria.
Aquí les cuento mi experiencia:
Si tuviera que ponerle una nota, del 1 al 7, le pondría un 5. Estaba rico igual, pero la estructura del brunch no me mató y para variar te llevan lo que vas a tomar mucho antes, entonces cuando llega la comida ya se te enfrió el té o el café y no es la idea que sea así.
Cuando llegamos tomamos agua porque tienen una botella grande en la mesa, lo que fue un agrado porque yo tenía un poco de caña ya que había llegado bien borrachina del matri que tuve el sábado hehe.
El brunch cuesta $11.000, que me parece bastante económico, pero no suficientemente abundante o creativo. Viene con un yogurt natural con granola y miel (bien rico les diré), unas tostadas con mantequilla y mermelada (pan de molde integral), una especialidad de la cual puedes elegir cinco opciones: huevos fritos con tocino, salchicha, verduras asadas y una tostada con marmite (ewww), una canasta con distintos panes (todos dulces), un croque monsieur, o croque madame o huevos benedictinos.
Yo pedí esa última opción, los huevos benedictinos con palta en vez de jamón ahumado y tocino. Y para tomar se puede pedir un té, o café o copa de espumante.
Pedí un té blanco con jazmín. Tienen té negro, verde o blanco y te lo llevan en esa tetera que ven en la foto.
A las tostadas no les saqué foto, pero llevaron un plato grande con varias tostadas porque mi mamá, mi hermana y yo pedimos el brunch, mi papá pidió una hamburguesa porque ya eran más de la 1 de la tarde y moría de hambre el pobre.
Mis huevos benedictinos estaban ricos, pero he comido mejores. La verdad es que me decepcionó la calidad del brunch porque esperaba más de Coquinaria. De partida encuentro súper fome que el brunch tenga tanto pan, podrían haber incluido algo de fruta, algún dulce también, porque básicamente una de las opciones es pan si o si y la opción que tu eliges también es puro pan, entonces es como mucho y es muy fome.
Creo que incluso daría lo mismo si le suben un poco el precio pero ofrecen más variedad, me parece regio que tengan opciones como el croque madame o croque monsieur o los huevos benedictinos que en lo personal me encantan, le saco el jamón y listo, queda muy rico. Pero esa mezcla de pan más pan es muy fome. También los tés, habría sido rico que tengan más opciones, aunque el que tomé estaba rico y era té de hoja, pero ya estaba frío cuando llegaron mis huevos benedictinos.
Se supone que el brunch es la mezcla entre desayuno y almuerzo y por lo tanto es más abundante. Claro que quedé más que satisfecha con lo que comí, pero habría preferido no llenarme con tanto pan y haber comido algo de fruta y haber terminado con algo dulce. También sentí que hizo falta el jugo de naranja.
Así que si me preguntan, igual comí rico, pero nada de lo que comí me mató. Las tostadas eran un pan integral de molde súper fome, la mermelada de frambuesa una cosa líquida que se notaba era de mala calidad y para ser un restaurant que tiene cierto prestigio, podría haber ofrecido algo mucho más decente. Por mi, no volvería a comer ahí, al menos no a la hora del brunch.
Como estábamos ahí mismo, pasamos a recorrer el sector de la tienda, que yo ya conocía pero hacía mucho tiempo que no iba para allá. Qué ganas me dieron de llevarme esa botella enorme de champañitz haha.
Muchos dulces caseros, aunque yo no soy de pastillas, no les encuentro ninguna gracia, pero se veía todo lindo.
Esto me encantó. Era súper caro, pero súper lindo.
Quesitos, mmmmm…..
Chocolates.
Loza.
¿Ven ese chocolate que está ahí? Cubierto en glitteeeeerrrr, es un bombón de maracuyá con polvo de oro encima. Lo necesito en mi vida. Le dije a mi mamá que se acerca mi cumple y podría comprarme eso, pero se hizo la loca con mi sugerencia haha.
También venden pastas súper tchoris y un montón de otros productos. Algunas cosas son medio carozzi, otras tienen precios súper razonables porque mal que mal son productos importados y exclusivos. Así que en lo personal, creo que vale más la pena ir a la tienda que al restaurant, no sé qué tal será para cenar o almorzar, pero me tinca que no hay muchas opciones veggie, así que no me da mucha curiosidad.
En fin, igual lo de ayer fue un paseo rico buena ondi, aunque me molestó que a todos los cabros chicos les daban cake pops de regalo por ser el día del niño y a nosotras con mi hermana no nos dieron nada, más encima los papás en su mayoría se comían el dulce del cabro chico porque en verdad los niños no comen nada….qué envidia no haber tenido un niño en nuestra mesa para robarle su dulce haha.
Así que bueno, el otro mes continúa la búsqueda del brunch perfecto. Quedamos todos súper tentados de ir a The White Rabbit y de comer pancakes en Denny’s, así que pronto ambos se vienen.
Un besi para todas.